lunes, 19 de marzo de 2018

LIBERTAD CONDICIONAL

Ya se las apañarían para pagar las facturas, siempre supieron cómo escamotear de aquí y de allá para conseguir con qué procurarse sus caprichos y vicios. Así que si ahora consistía en no morir de hambre, el ingenio se les agudizaría, como cuando burlaban los azotes del padre. Fuese como fuese, ella necesitaba independizarse del recuerdo de los embarazos no deseados, de las noches de terror esperando su regreso y de esa existencia que no pidió cuando la casaron con él. Si sus cálculos eran correctos, la indemnización del seguro le daría para vivir sus últimos años en una playa del Pacífico. Si no practicaban la autopsia, claro.

lunes, 12 de marzo de 2018

LA GRACIA DIVINA


Hacía casi dos milenios que lo habían crucificado y ella, desde ese extraño lugar que algunos llamaban Limbo, seguía sufriendo su ausencia como si el mismo Longino la hubiera atravesado a ella con la lanza en el costado. Desde el olvido al que el Padre la había relegado, revivía en sus momentos solitarios, como si fuera ayer, la última vez que lo gozó fruto de su divinidad, las ocasiones en las que su lengua florida la elevaba al éxtasis, cómo sus manos milagrosas obraban terapéuticas en su cuerpo maltratado por tantos... Magdalena, vagando por las estancias de aquella cárcel, suspiraba y pensaba: «Nada comparable a un buen polvo».

SU MASCOTA FAVORITA


Salieron juntos cogidos de la mano, ella ligeramente adelantada, y se detuvieron en el porche sin bajar los dos escalones hasta cerciorarse de que el leñador estaba a una distancia prudencial. Éste bajó su hacha e interpeló a los dos adolescentes.
–Me pareció escuchar a un animal salvaje.
Creo que se fue hacia el este respondió ella temerosa.
El leñador se giró mirando al bosque, iluminado por la luna que en ese preciso momento asomaba entre las nubes.
–O quizá no –añadió dejando que su hombre lobo saltara, ya convertido, sobre el leñador.
La muchacha recolocó su capucha encarnada y entró a ocuparse de la abuela.




miércoles, 7 de marzo de 2018

PODERES


Hacía casi dos milenios que lo habían crucificado y, como ocurre con quien no puede contar en primera persona su propia historia, el tiempo no hizo más que depositar sin remedio capas de óxido, basura y sedimentos intelectuales sobre el legado del hombre, transformando así la figura del héroe en algo muy alejado a la realidad del personaje. La joven estudiante devolvió el libro sobre ese tal Jesús a su estantería y siguió vagando por la biblioteca de la Escuela Internacional de Héroes, dudando si sus poderes sobrevenidos de multiplicar panes o caminar sobre el agua la harían enloquecer de la misma manera, creyéndose hija de un dios.