lunes, 19 de marzo de 2018

LIBERTAD CONDICIONAL

Ya se las apañarían para pagar las facturas, siempre supieron cómo escamotear de aquí y de allá para conseguir con qué procurarse sus caprichos y vicios. Así que si ahora consistía en no morir de hambre, el ingenio se les agudizaría, como cuando burlaban los azotes del padre. Fuese como fuese, ella necesitaba independizarse del recuerdo de los embarazos no deseados, de las noches de terror esperando su regreso y de esa existencia que no pidió cuando la casaron con él. Si sus cálculos eran correctos, la indemnización del seguro le daría para vivir sus últimos años en una playa del Pacífico. Si no practicaban la autopsia, claro.

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